En su análisis de la revista de enero, la Profeco evaluó que el etiquetado fuera veraz y no confundiera al consumidor sobre la composición del café, que el contenido neto fuera el especificado e incluso la adición de azúcares.
Las marcas en las que se encontró la posible adulteración con azúcares fueron:
Golden Hills, café descafeinado soluble de 100 g
Golden Hills, café mezclado soluble de 100 g
“Si bien no hay una especificación de azúcares totales, dos marcas presentan contenidos muy elevados que harían pensar en una posible adulteración, aunque se trata de un café puro y uno mezclado”, señala.