Mujer periodista de Veracruz se exilia por acoso de alcaldesa

Pablo Jair Ortega – Columna Sin Nombre
Conocemos a la periodista Mar Morales desde hace un rato; hasta hace poco me había comentado que pensaba hacerle un homenaje a nuestro amigo Miguel Valero (Mike El Caricaturista) por su repentino fallecimiento que aún no deja de dolernos.
Pero tuvo que salir del Puerto de Veracruz en recientes días por un conflicto donde está involucrada la alcaldesa de Veracruz, Patricia Lobeira, y ahora se encuentra bajo resguardo del mecanismo federal de protección a periodistas. Un poco de contexto (párrafos del periodista Federico Arreola, director del muy influyente portal SDPNoticias, que ha dado puntual seguimiento al caso): “En febrero de este año la periodista Mar Morales recibió un mail —en realidad, una amenaza— del Organismo Público Local Electoral de Veracruz. En ese correo electrónico se notificaba a la periodista que la señora Patricia Lobeira, presidenta municipal de Veracruz, se quejaba de ser víctima de violencia política en razón de género por unas publicaciones que se hicieron en la fanpage de la señora Morales. Debe aclararse que dichas notas no las redactó Mar Morales y, la verdad sea dicha, no eran de ninguna manera ofensivas; la alcaldesa Lobeira simple y sencillamente ha atacado sin razón a una periodista crítica, y esto es inaceptable”. Continúa Arreola: “Aunque tenía su conciencia tranquila, dado el tono intimidatorio de la OPLE Veracruz, la periodista se vio obligada a consultar a un abogado para responder con lógica jurídica a la autoridad electoral (…) por recomendación de su asesor legal, aceptó eliminar de la fanpage la información que había molestado a la alcaldesa Lobeira; no tenía por qué hacerlo, ya que no había difundido mentiras sobre la funcionaria veracruzana, a la que tampoco había insultado, y además se trataba de comentarios publicados en varios portales informativos locales”. “Como cumplió tal petición, Mar Morales y su abogado pensó que era tema cerrado, pero… Por lo visto, la presidenta municipal de Veracruz es una persona rencorosa, ya que insistió en el Organismo Público Local Electoral y logró que este solicitara a la periodista una audiencia virtual, en la que le dijeron que la quejosa había exigido sus datos personales —domicilio, teléfono, huellas biométricas, etcétera—. De plano, la alcaldesa Patricia Lobeira se excedió al decir que se sentía en peligro por los supuestos —en realidad, inexistentes— ataques de Mar Morales”, explica el periodista. “Después de un desahogo de alegatos en el tribunal electoral de Veracruz, Mar Morales solicitó la revisión del caso pues ya se le había notificado que sería acreedora a una sanción económica y suspensión de sus derechos políticos y electorales por tres años, además de condenarla a poner su nombre en el registro público de personas violentas, también por un trienio. La defensa de la periodista, además de demostrar que no ha ofendido a la alcaldesa ni mentido sobre ella, se ha basado en exigir que se respete su libertad de expresión. Por increíble que parezca, los magistrados no tomaron en cuenta los argumentos de Mar Morales y le aplicaron las sanciones”. Hasta aquí el texto de Don Fede (como se le conoce en Twitter). Mar Morales se comunicó con este autor hace un par de días y expresaba su tristeza por la manera en que tuvo que salir del puerto: prácticamente con lo que tenía puesto, abandonando su casa y a sus cercanos. Lo hace por temor, porque las circunstancias la obligan. Tiene que resguardarse porque teme por su integridad y la de su familia. No hace mucho la alcaldesa también había mostrado un dejo de intolerancia contra un famoso jaranero que según la estaba viendo feo, pidiendo que saliera del Palacio Municipal. El músico lo tomó con humor —como lo hacen los jarochos— y hasta un son hizo del tema. Pero el caso de Mar Morales es ya una situación preocupante si se toma en cuenta que ella solicitó ya la protección federal y fue a arropada. Afortunadamente sigue publicando, porque ya esto del periodismo se hace hasta en el teléfono más barato que se pueda conseguir en un Oxxo. Solidaridad con Mar Morales y que pronto vuelva a casa.